como el sol mismo.
Delante de mis ojos
las infinitas manchas negras
se vuelven púrpura,
destellando en mis poros,
atravezando el abismo.
Circulitos luminosos que bailan
compases inarmónicos,
afinados en otros tonos.
Notas musicales ínfimas
susurran secretos de dioses
en unas manos tibias."
Ludmila Espindola
foto: Amankay y Adelaida
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